Me gustaría poder volar. Volar muy alto. Muy muy alto. Olvidar todos estos problemas. Es estresante. La vida, en un reloj se puede meter. Por desgracia.
La verdad, me gustaría seguir mis propias reglas. Dormir cuando tuviera sueño. Comer cuando tuviera hambre. Reírme cuando me diera la gana. O llorar. Sin preocupaciones. Sin alguien que me regañara porque he hecho algo mal.
¡Oh, soñar! ¡Oh, volar!
No soy lo que esperas, ni tú lo que espero yo. Soy el punto discordante de tu pensamiento, la partícula defectuosa que rompe la molécula. Convierto tus pesadillas en sueños, o en sueños tus putas penas. Existo para quitarte la serenidad que has conseguido a base de años, porque una vez que empieces a leerme, no podrás dejarlo, o haré que no lo dejes, porque las palabras son droga, sobre todo si las conjugas como debería hacerse siempre.
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