Gracias, desde el 1 de Abril de 2013

Seguidores

Translation for you.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

El amor silenciado

Es una necesidad continua, pero no sé si llegarás a comprenderlo algún día. 
Pero voy a intentar explicártelo, asemejarlo a lo que siento, aunque es imposible describir tal sentimiento; 

Es una necesidad que solo se sacia satisfaciendo el deseo. Un deseo por abrazarle, por besarle o simplemente por que te mire con los mismos ojos con los que tú le miras. Le ves por ahí, tan natural, en cualquier esquina, y todo vuelve a tu mente, imparable. Esos pensamientos que por la noche se adueñan de tus sueños persisten, como si fueran de piedra, y no te dejan dormir... a no ser que él esté a tu lado, abrazándote, diciéndote que te protegerá de todo mal. Entonces bajas las barreras y dejas que Morfeo te cautive.

Y hablando de barreras, de muros, de murallas que protegen tu corazón, de caparazones a los que huiste cuando te hicieron daño... Cabe decir que él, por supuesto, las traspasó. Pero no es como esa gente que las traspasa después de mucho esfuerzo por su parte, y por el tuyo al intentar abrirle tu corazón, no. No ocurre así. Él pasa como si conociera la clave precisa, los puntos débiles exactos que le abrirán la puerta. Incluso con una alfombra roja a sus pies, como si una parte de ti le estuviera esperando desde hace mucho tiempo.

Me hace mucha gracia la situación porque, desde el primer momento... es como que intentas resistirte a algo que en verdad quieres. Quieres pero no quieres a la vez. Quieres amar y no quieres sufrir. Sentimientos incompatibles. Pero el querer gana siempre la batalla. Tu corazón, por supuesto, prefiere sentirse protegido y amado aunque las fatales consecuencias sean sufrir. Somos así de tontos. 

Es distinto a los demás. Lo sabes. Cualquier chico guapo que se te acercaba era otro más. Simplemente te entraban ganas de echarle un buen polvo y ya. Solo sexo. En cambio, piensas en él, es sus palabras, en su trato hacia ti, y el corazón se calienta. Literal. Te arde el pecho. Y cuanto más descubres de él, de su forma de ser, de se forma de actuar, de su forma de tratar al mundo en general, de su forma de ver la vida, más te arde el pecho.

[...]

Y, por supuesto, llega el día. Y cuando te quieres dar cuenta, se ha ido. Se ha ido para no volver. Y si vuelve, desde luego no es para mirar esos ojos enamorados. Esos ojos que lo hubiesen dado todo por ti. Esos ojos que te comían con la mirada cuando no mirabas. Y sientes ganas de abrazarla y no soltarla jamás.Y si ella supiera cuánto le ama, quizás volvería. Pero ni lo supo, ni lo sabe, ni lo sabrá. 

Antes era ella y ahora es él. 
Un amor silenciado por la cobardía.



domingo, 27 de diciembre de 2015

Un día de Navidad más.

Hola, soy yo de nuevo. 

Bueno, en verdad sabía que volvería a saltar el contestador. Como siempre. Pero necesitaba oír una vez más tu voz. Tu ausencia es demasiado fuerte como para que pueda resistirme a lo único que me queda de ti ... Y ahora que no estás, ya no soy. Con tu huida se fue mi ser. Todo lo que me diste en el tiempo que estuviste, te lo llevaste en un minuto. Por un tiempo, fui tuyo. Por un tiempo, te pertenecí. Eras una diva a mis ojos. ¡Qué digo! ¡Eras la niña de mis ojos! 

Supongo que estás escuchándome al otro lado, pero no puedes coger el teléfono. En verdad me da igual. Solo llamo para intentar demostrarte lo importante que eres para mi. 

Desde el momento que te vi por primera vez...

Confieso que me enamoré ese arte tan tuyo, de esa esencia que desprendes, de esa sonrisa que tan loco me tiene. Recuerdo tu forma de caminar, te hacía única. Intentaba llamar tu atención. Por supuesto, lo conseguí. ¿Para qué engañarnos? Tenía a todas las chicas que quería comiendo de mi mano. Qué tiempos ja ja ja. Sin embargo, eras diferente. Tu pequeña nariz curiosa, tu terquedad, tu inteligencia... no me lo esperaba. Y dejemos de lado tu ya sabida belleza física. Tus labios carnosos, tu carita redondeada, esos ojos tan oscuros, tan marrones... Pero encima, esas cualidades también te hacían preciosa por dentro. Eras aquella persona que necesitaba para llenar el vacío que habitaba en mi. Eras una buena niña, tenías un gran corazón. Además, a leguas noté lo mucho que habías sufrido. Y por alguna extraña sensación, sin conocerte de nada, solo quise abrazarte, esconderte entre mis brazos, no soltarte jamás y prometerte que siempre te cuidaría... que jamás te abandonaría ni te dejaría sola...

(Snif) [...]

Lo siento, esta situación me supera. No quería que me oyeses llorar... pero... no te haces una idea de cuánto te extraño... cuánto te necesito. Prometí hace ya... ¿quince años? que te protegería entre mis brazos. Desde luego no tuve en cuenta lo único de lo que no podía alejarte...

Los niños te llaman a veces. Si vieras a Lucas cuán grande está. Estarías orgullosa de él. Es el hombre de la casa, sin duda. ¿Y Daph? Es toda ya una mujercita. Te echa de menos. Todos te echamos de menos. Ojalá estuvieses aquí. Ojalá. Otro día más de Navidad. Ojalá no hubiésemos ido a cenar por ahí... ahora mismo estarías aquí, conmigo, y podría decirte todo esto... te lo susurraría. 

(Silencio...)

Cariño... te... te quiero... te amo. Deseo tanto que estés aquí conmigo. No hay cosa que más me gustaría ahora mismo que tenerte por Navidad, abrazarte. Solo quiero ese regalo. Sería la persona más feliz sobre este planeta. 

Me despido, será lo mejor. A final de cuentas, luego seré yo quien borre este mensaje... Ojalá fueses tú quien lo hiciera. Ojalá pudiera darte las flores en mano, y no posarlas sobre el frío mármol cada mes.

Recuerda que siempre te querré.

PD: Feliz Navidad.