Gracias, desde el 1 de Abril de 2013

Seguidores

Translation for you.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Oscuro como el azabache de tu corazón.

Tomo el pesimismo como forma de vida,
y de momento me defiende ante todos mis miedos. 

[...]

Una constante depresión es la que pervive, humilde, en mi realidad. 
Y solo quiero llorar y librarme de esta maldición que me tiene presa. 
Esta puta que absorbe todas mis ganas de luchar.
Y tengo esa manía de alejar de mi todo aquello que me hace feliz, 
y que me quiere.
Y necesito librarme de este miedo que se apodera de mi alma y no me deja continuar.

[...]

Necesito buscar la ayuda del viento, 
encontrar mi espíritu entre silbidos agudos
y que los causantes de este invierno,
queden reducidos a incesantes susurros. 

[...]

Toma asiento, empieza el espectáculo. Una nueva lucha interior se va a volver producir, y la razón puede con el amor, y maldita sea la racionalidad humana, que impide la felicidad a quien más la necesita. 

Fue lo que fue,
un supuesto pasado olvidado. 
Nuestros destinos unidos, 
que por necedad quedaron separados. 

Y vuelta a empezar, de nuevo otra vez esta horrible verdad, que me trae de cabeza, y se cuela hasta en mis peores pesadillas. Esta verdad que vive conmigo constantemente, que me atormenta, que no me deja descansar, que convierte todo en negro, como humo que ahoga cada partícula de oxígeno. 

Siento que poco a poco me deshago, me pierdo. 
No tengo escapatoria, aunque mi mayor anhelo sea huir, como cobarde que soy.
No es real, no quiero que lo sea. 
Devuélveme todo aquello que me quistaste, ten empatía hacia mi, siente todo mi dolor.  

Pequeños seres se alojan bajo mi cama, 
roban mi capacidad de dormitar, impiden ver lo positivo que habita en mi.
Solo deseo tu protección, tu amor hacia mi, tus consuelos añorados. 
Solo deseo tus manos en mi cara, limpiando cada lágrima que recorre mis mejillas.
Y que la oscuridad impregnada huya cual cobarde.
Y que la soledad desaparezca. 

[...]



lunes, 20 de octubre de 2014

Un infinito próximo.

Ya rozaba el límite de la locura, se le nublaba la vista. Veía doble y borroso. «Oye, preciosa, no llores», le decían unos desconocidos por la calle. Se sentía en otro mundo, no pudiendo controlar sus actos. El maquillaje se mezclaba con el agua salada, una fugitiva de un psiquiátrico probablemente. Las emociones se concentraban en su cabeza, un nudo en la garganta imposible de deshacer se le formó, y la desquiciaba. Solo quería hincarse de rodillas y gritar muy alto, vociferar que existía, que era alguien con sentimientos. 


La lluvia empapaba su ropa, su pelo empezaba a chorrear. Deseaba fervientemente ser una mujer fría pero en el fondo, no podía. Quería hacerse pequeñita y desaparecer, y sufría por ello. 

Los coches pasaban sin cesar y a ella solo se le ocurrían locuras. Hay muchas formas de morir y todas le parecía atractivas. Qué triste tiene que ser la vida de una persona para que cualquier forma de huir le fuese seductora. Solo quiere alcanzar el infinito, mediante claves de sol, volar sobre el cielo, buscando calor.

«Tus miedos te atormentan,
te absorben hasta la última gota de esperanza;
yo tengo miedo de vivir,
hasta de volver a respirar»

«Let's to live in infinity, it's possible.
Go back on our own steps,
live every second intensly.
Return to gather out own infinite tears»



lunes, 6 de octubre de 2014

Overwhelmed poems

«La oscuridad me rodea,
la penumbra me deslumbra,
un día me volví de negro,
 y no recuerdo cuando comencé a ser diablo. »

[...]

«Cada atardecer que oigo suspirar,
cada hechizo que te tengo que robar,
vuelvo a pensar en la suerte,
en la suerte que tengo de poder sentirte. »

[...]

«La noche va adentrándose en mi ser,
mis ojos delatan la oscuridad que reina en mi.
Muchos me compararon con el pobre diablo,
y ni él mismo se atreve a adentrarse en las tinieblas que he creado. »

[...]

«El tiempo pasa, pausadamente me dijo,
pero solo me percato de que la vida pasa,
pasa sin descanso, y la sentencia de mi alma ya se propuso.
Condenada en un infierno de oscuras almas.
Se adueñan de mi espíritu,
aspiran la esencia de mi ser sin oponerme. »

[...]

«Las lágrimas borran las marcas de mis mejillas,
maldita seas, corazón maldito.
Mira el reflejo en el espejo, devuélveme cada gota salada.
Mis pelo delata histeria, mi ojos, tensión.
Y yo lo único que ansío es respirar el último suspiro de vida que hay en tu cuerpo inerte. »
[...]

«¿Te da miedo la oscuridad?
Ven, yo te protegeré.
Las sombras son mi debilidad,
son absorbidas por cada poro de mi piel. »

domingo, 21 de septiembre de 2014

Sin título.

Un poco de música para alegrar el alma, un poco de llanto para limpiarla. Estoy perdida entre este gentío de ignorantes que no saben apreciar lo que tienen. El egoísmo es una enfermedad que la especie  humana padece en multitud, sin cura por desgracia. Dar y no recibir. Probablemente sea la causa de mi desconfianza y mi independencia respecto a la gente que me rodea.
Me siento usada, como un trozo de papel. Indecisa sobre lo que hacer. Paso de amigos que no se preocupan por mi, no puedo más. Es horrible que la gente que te importa te olvide, como un viejo recuerdo. No puedo ser tan fuerte, ya no. Solo quiero llorar, derrumbarme y sumirme en mi propia sombra, mi fiel compañera, la que de verdad nunca me abandonará.
Odio que mi familia sienta pena por mi cuando alguien más me usa en uno de sus sucios planes. Odio que me lo adviertan, y yo no quiera escuchar. Que ponga mis esperanzas, y que las rompan como un trocito de papel sin usar, del que uno se quiere desprender. Dulces apariencias, cuán feliz parezco, cuán desgraciada soy. Escribir para desahogarme, al igual que el borracho con su whisky.

martes, 2 de septiembre de 2014

¿Quién soy?

Ese maravilloso momento en el que rompes a llorar. En el que sientes que no puedes más. Que la cabeza te va a explotar y en la garganta tienes un nudo imposible de deshacer. Amo ese momento. Te encuentras aguantando las lágrimas hasta que te rindes. Pierdes. Abandonas el juego, gritas, desesperas.

[..]

Me siento mal, cansada quizá. Siento que no sirvo, siento que soy una inútil que solo sabe soñar y hacer castillos en el aire, buscando siempre me propia felicidad. Me siento egoísta preocupándome tan solo por mi misma sin tan siquiera amar a los míos. O quizá sí. Siempre lo he hecho. ¿Qué me pasa?

[..]

Siempre amé, siempre quise. Siempre me dejé querer, siempre me dejé amar. ¿Por qué ya no? ¿Tan fría soy? ¿Tanto he cambiado? ¿Tan irreconocible soy? ¿Tanto he empeorado? Siento que no soy nadie, aunque lo sea. Siento que nadie me quiere, aunque también estoy equivocada.

[..]

Creo que la solución a todo esto es buscar y, por supuesto, encontrar qué soy o quién soy. Me suelo recordar lo mucho que valgo, lo alta que debo tener la cabeza y la amplitud de mi sonrisa, aunque muchas veces no lo consiga. Pero lo intento. Me recuerdo que soy fuerte, que puedo con todo. Que si aun no he acabado en el hospital con todo lo que he pasado, no iré ahora. Ahora que conozco el verdadero sentido de la vida, un sentido que solo se obtiene cuando has saboreado la amargura de la muerte...

viernes, 15 de agosto de 2014

Ella, la que me daba la felicidad.

Tengo un nudo en la garganta más fuerte de lo normal. Me frena a llorar, a llorar desconsoladamente. Cada segundo que pasa siento que te pierdo un poco más, pequeña, y encima, que te pierdo para siempre. Siento que has traicionado mi confianza, te lo he dado todo, pero te has ido. Me siento abandonada. Me siento peor que cuando las personas se van de mi lado a causa de un error mío. Esta vez no ha sido así. Te has ido porque así lo necesitabas, pero es que yo te necesito a ti. Necesito tu sonrisa, tus abrazos, tu mera presencia para ser feliz, pero tú no lo entiendes. 
Me siento como una lágrima salada que cae por mi cara... y se esfuma. No vuelve más. Me siento usada, aunque sé que no ha sido así. Que yo he sido tan importante para ti como tú lo has sido para mi. Pero me entristece que tú puedas olvidarme tan pronto, y yo sea incapaz de hacerlo. Porque más que mi mejor amiga, eras mi hermana. Con la que hacía todo, todos los días. A la que veía a diario, y me encantaba. A la que le fallé una sola vez, y en la que me sentí tan mal como me siento ahora. Tan triste. Para que podáis comprenderme...es como perder un tesoro. Ni mil lágrimas harán que mi alma quede completamente libre porque ella era parte de mi alma. 
Por una vez, cuando he perdido a una persona no puedo decir: "No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos". No, aquí no, porque yo sabía el tesoro que tenía. Y ella no sabe nada. No sabe lo que la quise, lo que la quiero y lo que la querré. Porque ha sido la única que me ha apoyado, siempre. Que ha confiado en mi para todo, casi sin conocerme. Que ha depositado su fe en mi, cosa que nunca nadie ha hecho. Y ahora...ahora me siento sola, desamparada...y...no puedo dejar de llorar mientras escribo esto. Me sabe ya la cara igual que cuando el mar me la moja....Me siento mal, dolorida, vacía por dentro. Quiero emborracharme, olvidar, como la cobarde que realmente soy y nunca he querido aceptar ser.
Duele mucho que te digas que te quieren olvidar... de la manera que sea...que te lo diga alguien que no puedo expresar cuán importante para mi ha sido, es y será. Ella me daba la felicidad. Me lo daba todo. Y sí, puedo admitir que dependía de ella pero me da igual... porque lo que hacía ella, a mi también me gustaba. No sé exactamente por qué, pero me sentía tan unida a ella que... lo hubiera dado todo. Todo, pero no lo vio, o no lo quiso ver. 

jueves, 7 de agosto de 2014

Hugs.

Diecisiete años. Diecisiete años que me han servido para aprender que si quieres sobrevivir a esta constante lucha llamada vida hay que echarle “huevos”. Hay que ser decidido, hay que ir a por todas. Para encontrar la felicidad hay que aprender a vivir ligeros, las mínimas preocupaciones, las máximas ilusiones… Ilusión por seguir, por superarte, por querer más, por amar… Día tras día disfrutando de los pequeños placeres de la vida, con una sonrisa en la cara y apartando las lágrimas. La vida es dura, sí, pero también nosotros elegimos cual es nuestro camino. Cuánto queremos sufrir o cuánto queremos aprovechar cada amanecer de un nuevo día. El que busca, encuentra. El que da, recibe. El mejor arte para proseguir nuestra guerra personal es la improvisación. Es la manera que más se disfruta y en la que más se valora.


He aprendido que los valores son muy importantes. Ser agradecido, ser sincero o buena persona te puede llevar lejos siempre que sepas cómo usar esos dones. De nada sirve enfadarse con uno mismo por los errores, solo hay que aprender de ellos, no repetirlos, ser un poco más inteligente. Pero sobre todo, lo que más valoro yo y siendo consciente que esto lo estoy escribiendo en uno de mis ataques de nostalgia, optimismo y en una buena época de mi adolescencia, es el amor. Oh, sí, otro texto de amor. Me da igual.
 Un abrazo que te haga sentir chiquitita, que te haga sentir segura, que te demuestre que no estás sola… ¿cuántas veces he soñado por uno así? ¿Un puto abrazo que te haga sentir todas las sensaciones maravillosas que pueden existir? Sí, uno de esos abrazos en los que no hacen falta palabras para demostrarlo todo. Supongo que soy una ñoña… pero yo siempre he soñado con un beso bajo la lluvia, una rosa por San Valentín… una sonrisa cada mañana…una carta para el recuerdo...

sábado, 2 de agosto de 2014

Las cosas no son para siempre.

Bueno queridos seguidores, lo primero que tengo que decir sobre esta historia es que está escrita por mi primo, Javier Fernández, en twitter @javierinfm. Por cambiar un poco de estilo, espero que os guste. 
El pececillo se siente solo en el mar. A merced de los tiburones, u otros pescaditos mejores que él, más bonitos, con más colores…
Se siente feo, pequeño, débil, el mar es demasiado grande, los demás peces se burlan de él y se lamenta de su propia existencia. Sólo quiere desaparecer, sencillamente no existir, no tener que volver a ver a ningún otro ser vivo que le recuerde que él está solo y nadie le quiere. Se esconde en su cueva, quiere dejar de sentir, pero el dolor sigue ahí, y una vez que entras en una cueva así, es difícil salir.
Pero algo ocurre, alguien aparece en la vida del pececito, en un mundo de ciegos alguien ve lo especial que es nuestro amigo, y el pececillo es amado, y ya no es pez, si no perrito fiel a su nuevo amigo, poco a poco gana confianza en sí mismo, y fe ciega en su salvador. Lo ama. Se aman. Y algunas noches, es gata, y ronronea con su amante, se sacan las uñas y juegan a quererse y cuando eso pasa, el resto de las cosas dan igual. Por primera vez en su vida es feliz, y entiende que nació para amar y ser amada.
 Cómo todo en esta vida, las cosas, (buenas o malas) nunca son para siempre, y el amante muere, o sencillamente ya no es el que era. La gatita ya no tiene a quien sacarle las uñas y se vuelve a sentir sola, la vida no es justa, no comprende quien es. ¿Si nadie la quiere, volverá a ser un pececillo asustado? La respuesta al problema es sencilla, alguien que a nacido para amar lo tiene fácil, puede amarse a sí mismo. La gatita lo entiende y ahora es pájaro, y vuela, y vuela libre y seguro, ya no necesita a nadie, y en realidad, nunca lo ha necesitado.
 Si eres un pececito recuerda que también tienes alas, solo necesitas quererte y entender lo especial que eres para echar a volar. 

jueves, 24 de julio de 2014

Drugs. My real drugs.

"Dale una más al porro, me decían". Y yo lo hacía sin ningún tipo de oposición. Tenia miedo, pero más le tenía a la cruda realidad. Alcohol y drogas; drogas y alcohol. Mi vida se vio envuelta en un halo de dolor y pesimismo mientras que lo único que yo buscaba era huir y disfrutar un poco más de los que probablemente fueran los últimos momentos de mi vida antes de una inequívoca crisis de locura y ansiedad. 
Mi cabeza daba vueltas, o al menos eso me parecía. Todo era más bonito con un poco de "maría" en el cuerpo. Más grande, más aumentado, más estrambótico, exuberante, exagerado...
Me siento como los alcohólicos que acudían a altas horas de la noche a olvidar y que yo tanto desaprobaba. Unos borrachos, como mi padre, al que nunca entendí, y que ahora me veo como él, sin salida y sin ganas de vivir más.
Dos son las veces que he besado el cielo ya, o el infierno, como mi familia dice que haré, por ser diferente, por ser tan frío y negro...no creyente en eso que llaman religión. Dos son las veces que he saboreado el dulce suicidio que no tengo valor de alcanzar. La muerte es dulce y terrible. Me propongo cambiar para poder vivir más. A un adolescente como yo muchas experiencias le quedan por vivir. Quiero pero no puedo. Mi cabeza quiere seguir pero mi corazón pide un descanso y huir a donde no le hagan más daño. Muchas son las cosas que velan por mi fin. La parte física se rinde, solo adelgazo. El insomnio se hace pesaroso e insufrible. Puede que hasta esté esperando otra entrada al hospital para despedirme.
Creo que me estoy volviendo loco, y las drogas me ayudan a desconectar de esta manera. ¿Alguien me entiende? ¿Alguien comprende a dónde me puede llevar? ¿Alguien sabe lo que pienso?
Ahora mismo me encuentro en mitad de la calle, tumbado. Tengo frío, creo que llueve, y cuando las pocas ganas de vivir se hace más intensas que las ganas de ponerse a salvo después de estar drogado, tirado por ahí, aparentemente solo, debe representar lo vacía que puede llegar a sentirse una persona. Pido piedad para que esta pesadilla se acabe ya, por favor...

[...]

Pero, oh, llega ella. La soledad desaparece. Tu ángel de la guarda. Tu niña. La que siempre te salva, de la que estaba totalmente enamorado. Loco de amor. Por la que, sin duda, haría cualquier cosa. Y vuelve a ayudarme, otra vez, a levantarme, calentando mi acigado corazón, diluviando...Lloro como un niño, en sus piernas, sin movernos de la calzada, y corriendo el riesgo de ser atropellados, sin miedo a morir. Acaricia mi pelo, mi cara, me da los cariños que necesito para sonreír, para sentirme querido. Entonces susurro que la amo y me desmayo.

[...]

Y lo primero que veo al despertar de nuevo en la cama blanca es su sonrisa. Su maravillosa sonrisa. Me aprieta la mano débilmente emocionada. Entonces se acerca a mi y me susurra: "Te necesito". Solo y simplemente eso. Y me doy cuenta de que ella es la única razón para la que quiero seguir luchando. Mi droga. Mi verdadera droga.



domingo, 13 de julio de 2014

Strength

Me satisface esta situación de bienestar de la que llevo disfrutando varios meses, con altibajos, pero al fin y al cabo, feliz. Me siento orgullosa de mi misma por no haber tomado la decisión drástica de terminar con mi vida. La esperanza que lleva sobreviviendo en mi corazón pero que nunca se ha apagado ahora brilla más que nunca. Soy feliz, me siento feliz y sobre todo, fuerte e independiente. Una gran sensación que me llena, y mucho. Que me hace sonreír, estar de buen humor y mejorar mis habilidades sociales sobre todo, algo que para mi es muy importante.

A menudo me paro a reflexionar sobre lo sucedido en los últimos tiempos. Es algo genial poder saber quizá cuales han sido tus errores o lo que deberías cambiar para ser mejor. Todo lo que me pasa por la mente es paz y tranquilidad. Me siento bien conmigo misma. Por una vez, tengo seguridad en que puedo con todo lo que se me ponga delante.

Como se suele decir, pasado pisado. Así está el mío. Los buenos recuerdos abundan en mi cabeza. Me hacen sonreír, me hacen ser mejor. Me dan fuerza, que es lo mejor. Y fuerza para poder ayudar a mis amigos, que para mi es lo más importante. Hacerlo hace que me sienta bien... y como siempre, voy a por todas.

jueves, 29 de mayo de 2014

Por primera vez.

Esta es la primera vez que puedo decir que me siento bien. Es la primera vez que puedo decir, sin mentir, que soy feliz. Que me siento en paz conmigo en misma, que no me cuesta sonreír, que no lo tengo que fingir. Si antes las cosas que me decía la gente no me afectaban, ahora, por primera vez, las contraataco. Las contradigo con actos para demostrarme a mi misma todo lo que valgo.

No sé el porqué, pero esta Semana Santa o si lo retrasamos un poco, las Navidades de este mismo año, mi vida ha cambiado completamente. Siempre me he preocupado por saber quién soy. Por saber cómo soy, pero me he dado cuenta que es imposible. Que es imposible conocerme plenamente. Y tan solo me limito a vivir el día a día.

Siempre he admirado de mi misma, aunque suene irónico, la vitalidad y la ilusión que poseo. Me ha hecho llegar a tantos sitios, me ha hecho superar tantos obstáculos y problemas. Incluso a hecho que me lleve alguna grata sorpresa, que me acercan un poco más a la plena felicidad. Nunca pensé posible que llegara a tanta paz interior. A sentirme tan segura de mi forma de ser. 

Pero, también por primera vez tengo miedo. Me he acostumbrado demasiado a esta felicidad pasajera y no quiero que se vaya. Que se rompa esta pompa que me aísla. Si algo que he aprendido en todos estos años de soledad es que las cosas buenas no me pasan a mi. Y si pasan, de seguido llega alguna circunstancia que lo arruina todo, y vuelvo a caer en las garras de mi propia desesperación y perpetua tristeza.


jueves, 8 de mayo de 2014

Siempre volveré a buscar mi rayo de esperanza.

[...]

Veo mi pasado como algo triste, y me da miedo.
Soy feliz al pensar que he podido superar algo que tan negro veía, algo que pensé que me hundiría.
Lo intenté por todos mis medios.
Lo conseguí. Y aquí estoy.

[...]

Con mis defectos, ahora intentado cambiarlos, puedo sobrevivir.
Mis impulsos me agobian, no puedo remediar sentir remordimientos.
Todo lo que no he podido vivir hasta ahora, me viene de golpe, no puedo controlarlo, me abruma, ayuda.

[...]

Las críticas me siguen pareciendo tan superficiales como siempre.
Siempre tendré un sentimiento resentido en alguna parte de mi corazón.
Perdono, pero no olvido, aunque el perdón acaba provocando el olvido.
Siempre buscaré mi rayo de ilusión y de esperanza, ese que nunca me abandonó.

[...]

Noto claramente la diferencia entre levantarme cada mañana queriendo que no hubiera ni una más,  y volver a ser yo, volver a tener ilusión en esta mierda de vida, en volver a conocer, experimentar, salir, festejar, en ilusionar de nuevo...




lunes, 28 de abril de 2014

Un rayo de sol que alumbra mi oscuro corazón.

Necesito de tu seguridad, de esa que me trasmites cada vez que hablo contigo.
Necesito de tus sonrisas para saber que eres la persona más dulce y atenta que conozco.
Necesito de tu apoyo para poder seguir porque sino, no podría.

[..]



Es increíble lo bien que me puedo sentir cuando confías en mi.
Cuando me llamas pequeña, y te ganas mi sonrisa.
Cuando me cuentas la que armaste la última noche, y yo muero de risa.
Pero sobre todo, cuando me dices que quieres verme.

[..]

Miro al cielo, siento el viento y me acuerdo de ti.
Te conozco desde hace bastante, eres como un hermano mayor para mi.
Sueño con ese abrazo tuyo que me hará completamente feliz.



Desaparecer.

Qué triste es ver cómo la ilusión y la belleza desaparece de este planeta. Desaparecen todos los buenos valores que aquí existían. El respeto, por ejemplo, con lo importante que es.

Desaparecen los sueños, las esperanzas. Me mantengo reacia a abandonar todo por lo que intenté luchar. Por una vez, quiero que se vea mi punto de vista. ¿Qué estamos haciendo? ¿En serio nunca os habéis parado a pensar en lo que nos hemos convertido? ¿No os da angustia y desesperación lo poco que vamos a darle a nuestros hijos?

Plantearos seriamente todo esto. Sentaros tranquilamente, sin ninguna interrupción, y pensarlo. Hazte todas las preguntas que se te ocurran. ¿Qué estás haciendo? ¿Vas por el buen camino? Y sobre todo, ¿quién eres y por qué estás aquí? Poneros un poco filosóficos porque puede que aun quede algo de esperanza y solución en esta demacrada y perdida sociedad.

domingo, 20 de abril de 2014

Miedo, temor, debilidad.

Cómo duele esto que no me deja ni descanso. Que triste es esto. Que te quiero pero no te tengo. Que mis lágrimas y mis sonrisas van dedicadas a ti. Da coraje, mucho coraje, necesitar un abrazo tuyo y no tenerlo. Un dulce beso que me hace sonreír sin quererlo. Tu sutilidad y tu templanza me traen loca. Busco tus dulces palabras entre las tinieblas para poder encontrar la tranquilidad que necesito.
Necesito de ti. Deseo poder beber de ti, saciarme, y lo único que puedo hacer es olvidarte, sufrir, y dejar que todo siga su curso normal... aguantando esa estaca que lleva tu nombre clavada en mi corazón.
Corre, huye, aléjate de mi... sólo conseguirás que lo pase peor. Un control de mis sentimientos es la ùnica opción.
Que un águila represente el valor de la libertad es algo importante. Pero aún así tengo miedo de escribir esto. El miedo es humano, pero no tiene utilidad. Eso lo único que consigue es la cobardía, y yo no soy cobarde. Pero, a veces, el miedo es una manera de autoprotección. Por ejemplo, yo tengo miedo de amar, tengo miedo de sufrir, tengo miedo a confiar...

sábado, 1 de marzo de 2014

Oh, dreamer.

*Pío-pío*

Abro lentamente los ojos. Lo primero que distingo es el piar de miles de pájaros, al parecer. Lo segundo que noto es que no estoy donde debería estar. Me encuentro sentada encima de un campo de flores, todas muy coloridas. Amarillas, naranjas. No hay un color fijo. Escucho atentamente y puedo oír el sonido de un arroyo que cae por unas rocas. Una cascada, creo.

Entorno los ojos y me fijo en una abejas que se acaba de poner en una flor que tengo en frente. Nunca me había fijado en lo bellas que son. Aunque me den pavor, son preciosas. Y su zumbido es tranquilizador, al igual que el viento que zarandea mi pelo.

Me incorporo. Todo es maravilloso. El cielo está lleno de pájaros jugando. Son feliz, y su felicidad se me contagia. Es todo muy... psicodélico. Muy... fantasioso. El paisaje me recuerda a mi película favorita, "Alicia en el País de las Maravillas".

Oye, ¿qué pasa? Todo cambia, está cambiando. Se vuelve oscuro. El suelo se traga el cielo. Los pájaros huyen. Yo también. Esta realidad me apasionaba. Siento miedo. Empiezo a dudar...

Y me despierto.



miércoles, 12 de febrero de 2014

Bum.

Bum. Bonito sonido. Miles de significados. A mi me sugiere... me suena a "final".
Bum. Se acabó, ¿no? Desastre. Dolor. Romper. Desgarrar. Libertad.
Bum, cuando los sentimientos se desbordan sin poner objeción ni resistencia.
Bum, cuando la luz vence al vacío. La luz esa que me mantiene con vida, a flote.

[...]

Es como una lucha infinita de la que soy incapaz de huir. Una que intenta llenar con emociones mi marchito corazón. La tópica batalla entre el bien y el mal. La luz y la oscuridad. La felicidad y la tristeza. Pero a veces pienso y llego a estar completamente segura de que la indiferencia me asola. Y me da miedo. y la batalla vuelve. Mi inconsciente me dice que no me rinda, que yo no soy así, pero una voz dentro de mi me repite una y otra vez: "Ríndete. Déjalo. No puedes más".

[...]

Puntos suspensivos, así me siento. Y, de nuevo, me vuelvo a concienciar de que habrá mil enfrentamientos más, pero que no será esta vez cuando recupere mi descanso y abandone. En la que la oscuridad venza y yo, deserte. Un bum más, lleno de lágrimas que limpian mi alma. Un bum, que me devolverá la fuerza para resistirme a final.

[...]

Ayudame, estrella fugaz, a salir de esta, otra vez. Querido ángel de la guarda, pequeña luz que busca mi sonrisa diariamente. Acompañame y no me sueltes la mano, o me perderé, por favor. Solo quiero oír una vez más... "Patri, no cambies". Gracias, muchas gracias. Y no te olvides de protegerme, como haces a diario.



martes, 14 de enero de 2014

El final del principio.

Se acabó.

[..]

Intensas emociones me acorralan y no me dejan respirar.
No me dejaban pensar con claridad.
Ahora sí.

Quizás era necesario. Un respiro. Mi emociones amenazan por desbordarse.
Quiero llorar. Quiero reír. Quiero saltar. Quiero correr. O descansar eternamente.
Y un poco menos de confianza es la que me queda.

[..]

Las palabras con un sentido oculto se han convertido en mi manera de desconectar.
Quién las pueda descifrar, es la única que me puede llegar a conocer de verdad.
Y esto me ha hecho un poco más fuerte.

Me prometí a mi misma no llorar. ¿Para qué si puedo reír?
Si aguanto lo malo, ¿por qué no aguantar lo malo que viene de lo bueno?
Extraños misterios son los que mi corazón aguardan.


Quizás sea hora de descifrarlos.


lunes, 6 de enero de 2014

Me falta confianza mas la sé ganar a la fuerza.

A veces te entras ganas de desaparecer. De ser una más. Perderte entre una multitud demacrada por el tiempo. Perdiendo buenas costumbres por desgracia y aceptando las consecuencias que eso conlleva. El conformismo que nos engloba. Me siento como una rara en una burbuja de aire.

[...]

Un cálido rayo de sol se posa sobre cada uno de mis poros, uno a uno. Inmesa felicidad la que me produce dejándome durante unos instantes inhibida. Joder, me encanta esta sensación. Busco cada uno de ellos por el lugar menos esperado. Suspiro. Me siento como en casa.

[...]

Busco tranquilidad en mi corazón. Necesito un pequeño descanso. Sonreír, aunque realmente eso sí que lo consiga. Ser más feliz, aunque lo veo difícil. Dar más de mi para, al menos, sentirme más a gusto conmigo misma. Sé todo lo que soy. Y sé lo que puedo dar. Y sé que si quiero lo consigo porque, donde las dan, las toman, joder.
Oye, pero, ¿y si el problema no es ese? ¿Y si no debo ganar tanta confianza en mi misma? Venga, paso de engañarme más a mi misma si en el fondo, soy muy grande. [...]