Os voy a escribir un pequeño fragmento de un libro que, la verdad, me ha gustado mucho.Se llama "Una tienda en París".
"La lluvia había parado. Me quedé un largo rato tumbada en la cama, mordiendo el borde de la sábana, desvelada de sueño y llena de interrogantes. Yo no había vivido nada en comparación con esa mujer, ese era el mayor castigo que me podía infligir a mí misma, ver la felicidad de otros, pero también la mejor gasolina para encender el motor de mi vida. En la vida, lo que a veces parece un final, es realmente un nuevo comienzo. Se me cerraron los párpados y al abrirlos miré a mi alrededor. Alice, Kiki y Treize bebían y brindaban con vino en una de la fotografías. Aquella fiestas llenas de glamour y bulla me parecía tan deseables, tan apasionantes, tan lejana... Acabé levantada y pegada a los cristales húmedos y fríos de la ventana. Me sequé las lágrimas."
No soy lo que esperas, ni tú lo que espero yo. Soy el punto discordante de tu pensamiento, la partícula defectuosa que rompe la molécula. Convierto tus pesadillas en sueños, o en sueños tus putas penas. Existo para quitarte la serenidad que has conseguido a base de años, porque una vez que empieces a leerme, no podrás dejarlo, o haré que no lo dejes, porque las palabras son droga, sobre todo si las conjugas como debería hacerse siempre.
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