No soy lo que esperas, ni tú lo que espero yo. Soy el punto discordante de tu pensamiento, la partícula defectuosa que rompe la molécula. Convierto tus pesadillas en sueños, o en sueños tus putas penas. Existo para quitarte la serenidad que has conseguido a base de años, porque una vez que empieces a leerme, no podrás dejarlo, o haré que no lo dejes, porque las palabras son droga, sobre todo si las conjugas como debería hacerse siempre.
Gracias, desde el 1 de Abril de 2013
Seguidores
Translation for you.
miércoles, 17 de abril de 2013
Inexpresividad.
Llevo diez minutos pensando en cómo empezar esta entrada. No se me ocurría la mejor manera posible. Tengo en la cabeza tantas cosas e ideas que quiero expresar, que no encuentro las palabras adecuadas. Soy así. Y el mayor problema de todo esto es que cuando te pones a hablar no te das cuenta de qué estas diciendo o, sencillamente, repites palabras o dices cosas que no son importantes. Aunque la verdad, yo, la mayoría de las veces casi que prefiero permanecer a la espera. Me gusta estar en una burbuja. En mi mundo. Haciendo lo que me dé la gana, sin que nadie pueda cuestionarlo. La mayoría de la gente así debiera de hacerlo. PERO NO. Siempre habrá algo, o alguien, que no te deje aislarte del mundo. El 90% de las veces suele ser alguien, osea, una persona. Sí, esa persona dictándote lo que debes hacer o no. Con quién debes estar o con quién no. Lo qué está bien o mal. Pero creo que esa gente debería ponerse en el lugar de las otra personas, porque no saben cual es su situación. A veces, estas cosas, pueden llevar al suicidio a adolescentes débiles, psicológicamente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario