Un cuento sin final feliz.

¿Y si no despertara nunca más? Puedo jurar que es de lo único que tengo ganas ahora mismo. No puedo más. No quiero depender de la gente. Pero al final, siempre necesitas a alguien que te haga feliz. Necesidad. Todos juntos, como si fueramos uno. Eso es lo bonito de la amistad. Que pena que me tocara vivir una vida que no me merezco. Quiero ser como ellos. ¿por qué tengo que ser siempre la buena?, y encima, ¿la fuerte? Pero si es que ya no se sacar más fuerza de la que tengo. Envidio una vida de ensueño en la que la gente me respetara por como soy.

Se creen que humillándome, haciéndome daño conseguirán algo. Pero no se dan cuenta de que sus humillaciones ya no me hacen daño. Estoy acostumbrada. Estoy acostumbrada a esas personas superficiales quese dejan llevar por los comentarios. Y sin duda alguna, admiro a la poca gente que puedo contar con los dedos de una mano, que no se dejan llevar. Cada una de las personas no falsas que conozco, se merecen un gran aplauso, por ser tan fuerte,  y sobre todo por ayudarme con todo.

" No soy una niña.

No soy ese duende.

No soy luchadora.

No soy tu camino.

No soy buena amante,

ni soy buena esposa.

No soy una flor,

ni un trozo de pan.

Sólo soy esa cara de idiota

Idiota por tener que recordar la última vez

que te pedí tu amor.

Idiota por colgar tus besos con un marco rojo

por si ya no vuelvo a verlos más.

Idiota por perderme por si acaso te marchabas ya,

y tirar tu confianza desde mi cama hasta esa ventana. "