Black and death.

Oscuridad. Me imagino caminando por una largo pasillo sin fin, donde la única luz existente es la que reflejan mis mejillas húmedas de agua salada. Negro como color predominante. Ni una triste sonrisa en mi rostro. Con el rostro perdido entre mil y un pensamientos. Problemas. De eso consta la vida de un ser humano. Resolver cada obstáculo que le pone la vida. Pero existe un gran problema, llega la gente que en vez de solo meterse en sus asuntos, hace lo posible por joder la existencia de los demás y la hace más imposible. Esa persona que en vez de ignorarte, te da más dilemas.

Y ahí llega cuando explotas. Llega cuando no puedes ni levantarte del suelo, porque no tienes nada que ver,  ni nada por lo que luchar. Solo oscuridad. Esta sociedad te quita hasta la última gota de alma. La ilusión por vivir y la esperanza por seguir, te la arrebatan. Y duele. Por muy fuerte que seas, siempre hay alguien para joderlo. Todo. Pensar en positivo, es lo que hay que hacer. Ser feliz y sonreír a cada problema. Es lo que normalmente suelo decir yo, siempre que intento ayudar a alguien. Pero llega un momento en el que ya no se puede luchar. Contar cada segundo para poder cambiar de vida. La impotencia que siento dentro de mi corazón me mata. Lo único que quiero es que todo el mundo se olvide de mí. Se olvide de que existo. De que me dejen de hacer daño. Se olviden de que soy su muñeca de trapo, con la que puedo jugar cada día. Quiero que se olviden de mi físico, de como soy, o de si respiro.