¡Oh corazón! ¡Querido corazón! ¿Quieres un descanso, verdad? ¿Dejar de sufrir para poder sonreír? ¿Me pides que deje de hacerte daño, de forma tan repentina? ¿Tienes tanta fe en mí como para apostar por mi felicidad futura? ¿En serio? Ingenuo que eres. Creo que los problemas están dentro de mi. Yo soy el problema. Esta es la definitiva. Yo soy la rara. A mi es a la que nadie quiere. Algún día de mi vida he tenido que hacer algo tan horriblemente mal como para algún ser superior a mi desee mi sufrimiento mayor. Quizás no me acuerde, pobre de mi. Cada día, cada mañana que me vuelvo a levantar, deseo que esto se acabe ya. Que por favor, no existan más desgracias para mi pobre orgullo o quizás, para mi pobre humildad. No lo sé. No sé ya que es lo mejor para mí o que camino he de seguir. No sé que es lo bueno y que está mal hecho. Me da rabia, impotencia sobre todo. Quiero tener una mini-hada (sí, así de infantil soy) para que me guíe. Una pequeña voz que me ayude. Que no deje que me pierda entre esta mala muerte. Este laberinto del cuál no encuentro la salida. Intuyo que la recompensa cuando logre descifrarlo sea una enorme sonrisa, una por fin que perdure en el tiempo. Sin interrupciones. Solo para mí. Así de egoísta soy. Por favor, que alguien me ayude a despertar de esta horrible pesadilla.
Que alguien me abrace y me diga: " Patricia, estoy aquí ".
No soy lo que esperas, ni tú lo que espero yo. Soy el punto discordante de tu pensamiento, la partícula defectuosa que rompe la molécula. Convierto tus pesadillas en sueños, o en sueños tus putas penas. Existo para quitarte la serenidad que has conseguido a base de años, porque una vez que empieces a leerme, no podrás dejarlo, o haré que no lo dejes, porque las palabras son droga, sobre todo si las conjugas como debería hacerse siempre.
Gracias, desde el 1 de Abril de 2013
Seguidores
Translation for you.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario