Claro, oscuro. Blanco negro. Real, imaginario. Rápido, lento. Pequeño, grande. Lleno, vacío. Feliz, triste. Amor, odio. Efímero, eterno... Podría así definir mi vida. Nada de términos intermedios, así es para mi. Impotencia recorriendo mis venas, al pensar en todo lo perdido por no vivir al máximo... Por no poder hacerlo. ¡La vida es bella! Y breve pienso yo. Disfrutar de los pequeños placeres de la vida, cada cual el suyo. Para mi, la belleza impersonal, fuera de lo habitual, eso que a nadie le gusta, lo diferente. Mi vida se basa en eso, cada persona tiene un eje distinto sobre el que girar. En otras palabras, depender de alguien inconscientemente, sin pretenderlo. La verdad, no es algo que considere realmente malo. El problema esta cuando tu eje se desequilibra, se esfuma, como quién deja marchar su último hálito caliente...
¡Oh dulce sensación de lejanía! ¡Cómo me encanta abandonar este mundo, segundo a segundo cada posibilidad posible! ¡Cómo me encanta escribir y volar a otro lugar que no sea el mío! ¡Grata sensación la de no respirar y ver las cosas de otra manera! El tiempo, gran amigo de mi pesar, La soledad se ha convertido en mi única compañera nunca soltándome para dejarme sola, aunque tiente con las manos a ciegas para no equivocarme de camino. Leal consejera es, fue y será durante mis largos y cortos días. Buscadora de lágrimas y sonrisas. De amistades y de pérdidas de las mismas. Sabia, la mejor de todas. No se puede aprender de nadie mejor que de ella. A base de golpes, se refuerza la muralla, poco a poco, para que nunca se caiga.
Oh dear heart! When will you stop being wrong in your decisions?
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