Otro más. Infinitos más.

Venga, va, un golpe más. Yo lo sé. Sé que se hacer en estos casos. Sonrisa inocente, y a la mierda todo. Pero, ¿y si este no es igual? No quiero poner el ejemplo de que este sea tan duro, que no me pueda recuperar. Mierda de pesimismo. ¿Por qué he de ser así? ¿Por qué habéis permitido que sea así? ¿Por qué me habéis hecho esto? Daros por aludidos, sí, por hacerme tanto daño. Todo es vuestra culpa, yo no puedo más. Se aprende, eso dicen, con cada golpe psicológico que recibes. Pero yo ruego, que por favor, no vengan más. No quiero llorar sino reír. Quiero reír, amar, ser feliz, y saltar. Oye, y volver a ser la misma chica de antes. Esa chica alegre que todos amaban, o eso quería creer. Esa chica que alegraba el día hasta al más deprimido.

Ayudarme, por favor. Me arrastraré por mi felicidad, es lo que hay. No quiero más esto, que tristeza tan grande. Ya no sé si se lo deseo a alguien. Según como me siento, podría romper un saco de boxeo. Quiero uno, que bien me vendría para desahogarme. Puto río que he hecho en mi cuerpo, en mi mente, en mi cabeza. No sé que daría porque me ayudara un poco a superar todo esto. Si se lo llevara todo por delante...

De nuevo, pongo después de escribir esto, mi nueva máscara, un poco más fuerte, un poco más sabia, un poco más dañada, un poco menos mala.