Ojalá. Quizás algún día, alguien como yo pueda sentir esa sensación de calidez frente al duro invierno. Que por cierto, te quita hasta el último hálito de vida que te queda. Puede que alguien llegue a quererme tanto como lo haga esta querida enamorada de la vida. De su sol. De su felicidad. Este maldita soñadora, que solo piensa en hacer lo que más le gusta, perseguir sus sueños. Esta adolescente que lo único que se le ocurre para huir de la realidad es meterse en el mundo de los sueños, el de la lectura. O a veces, intente crear el suyo propio. Sin tener que preocuparse por nada, ni por nadie. Tan solo por que su triste corazón se sienta querido. Y así es.
Mirar al horizonte, sentados juntos admirando la puesta de sol, intentando resguardarse juntos de la fresca brisa que a esas horas, corre por allí. Un dulce beso en la frente, como si ella fuera una inocente niña, que solo quiere dejarse querer. Él se olvidó de su nombre. Cada vez que la nombraba, mecía las lentas palabras con un silbido escalofriante. Más de una vez, ella se quedó dormida escuchando de sus rojos labio, "princesa" en vez de su nombre ya en el olvido. Siempre se refería a ella con apelativos tan cariñosos como sinceros y tiernos.
Esta entrada está hecha a prueba de gente que solo hace más que meterse en la vida de los demás, que solo intenta vivir la suya, pero siempre está jodiendo. Está a prueba de la gente que saca falsas conclusiones sobre una persona. Pues que sepáis, que me dais mucha pena.
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