Respétate. Siempre. Y sé fuerte.

"No es que nunca haya sentido tanto dolor moral como para no sentir el pequeño dolor físico sufrido por unos pequeños cortes. Es más, varias veces he pensado en la posibilidad de suicidarme, pero no tengo coraje. A mí, lo que me pasa es que me respeto lo suficiente como para no dejar cicatrices en mi posterior felicidad"

Para mí, eso significa no quererte. Y yo si lo hago. como no te quieras tú, poca gente, la mayoría excepción, lo hará. Yo tengo la autoestima un tanto baja, pero nunca se me oc

urriría producirme dolor físico ya que con el dolor en mi desnutrido corazón me vale.

Paso de sufrir más por una sociedad que no tiene solución. Cada día he intentado hacer lo posible por poner mi grano de arena pero esto me puede. no soy tan fuerte aunque lo intente.

Muchas veces he visto todo tan negro, que me era imposible divisar en mi horizonte un poco más de luz, un rayo de sol incesante en mi conciencia tranquila.

Podría pasarme todo el blog, hablando siempre de los mismo temas. El puto amor y esta mierda de sociedad me superan y me traen loca. Un día de estos, explotaré, quién sabe si de verdad, o a lágrimas.

Me asombro a diario de la maldad que existe entre nosotros. Aflora incesantemente en la gente que te rodeo, hasta en la que supuestamente te quiere. La que crees que de verdad es tu amiga, pero descubres que solo te traía como una marioneta.

Me siento muy sola en este mundo de ignorantes que no saben que es la felicidad. Y yo también puedo considerarme una persona así. Todo el mundo vive por puro egoísmo, nadie es generoso. Por mucha pobreza que hubiera antes, me gustaría haber podido vivir una vida como la de mis padres, de la cual tan bien hablan.

Hojas y hojas en blanco escribir podría sobre como me siento, sobre lo que quizás me agobia o me intranquiliza, pero eso creo, que a vosotros, mis queridos lectores, no os debiera importar. Creo que realmente nadie sabe lo que siento. ¿Alguien podría comprenderme? Lo dudo. Ya me se la respuesta. Aunque me gustaría conocer a ese amigo que ha vivido lo mismo que yo. Y que piensa justo lo que a mí se me pasa por la cabeza. Y sobre todo, alguien que siempre, esté ahí para darme un abrazo, apoyándome, aunque no pudiera estar siempre presente.

¿Cuánto más sufrimiento me queda que aguantar? no tengo ni la más absoluta idea de cuanta gente llegará a leer esto, gente conocida, aunque realmente no conozcan mi persona, pero no quiero que malinterpretéis ninguna de mis palabras, ni mi pesar. Soy una tía medianamente normal a la que han tratado realmente mal y que piensa en cosas distintas a los adolescente de hoy día, con 16 años. Quizás sea rara, diferente. Pero me siento orgullosa y agusto conmigo misma, y eso, es lo que realmente importa.