Ya, fin.

Tengo miedo por no reconocerme un día. En el futuro. Por haber cambiado tanto hasta llegar al punto de darme miedo. Mirar el espejo, sé que no soy la misma. Cada día, es diferente. Cada día, sufro más. Cada día, es una lucha diferente, un aprendizaje más. Cada día esta gente me cambia más, una coraza de hierro alrededor de mi corazón se está formando. He de ser buena, he de ser la chica con el corazón de oro. ¿Para qué? ¿Por qué así, si la gente no para de destrozarlo poco a poco? Si no lo aprovecha a base de bien, si no me quieren tal cuál soy. Si no aprecian mi generosidad. Pues me cansé. Me cansé de que la gente no me tome en serio, por tener paciencia. Esto empieza a llegar a un límite. No quiero que se rían más de mí. No me lo merezco. Quiero sonreír. Quiero ser feliz. Después de tanta lucha, creo merecérmelo.

Un cambio necesito. Gigantesco. No puedo seguir siendo como soy. Un paso hacia adelante en mi vida, tirar con ella para adelante. A veces, solo añoro llorar. Y no parar. Enterrarme bajo la almohada, y sí, estoy muy sola, en cierto modo. No se de que manera, pero necesito a esa persona que cada día, me de un abrazo, sin pedírselo, y que me diga que ella/él, sí va a estar conmigo hasta el final.