Es muy muy sencillo pero siento que nunca nadie llegará a comprenderlo. Para que os hagáis una idea: es una pequeña espina que tienes clavada muy muy profundo, muy muy en el fondo, y no sale, y duele, y te recuerda que nunca serás como ellos, que nunca podrás ser una persona normal con un grupo de amigos estable, un grupo que te quiera a morir, que te necesite y que te abrace siempre que pueda. Unas personas con las que compartir absolutamente todo, unas personas a las que echar de menos cuando estás lejos, unas personas cuya afición principal sea hacerte reír.
Y me hace sentir realmente mal.
Siento que falta algo dentro de mi. Quiero echarle la culpa a mis circunstancias, a mi pasado por haberme echo sufrir tanto, por haber hecho de mi alguien tan independiente de todo el mundo. Todo el mundo querría lo que yo ahora tengo, pero llega un punto en el que te sientes tan sumamente sola, es tanta la soledad que te rodea, que lo único que deseas es una estabilidad, unos amigos de siempre y para siempre, unos amigos que sepan cuándo estás mal solo mirándonte, unos amigos que vengan de sorpresa a tu casa, en mitad de la noche, solo para hacerte sonreír.

Una persona que no existe.